Ross ya ha sido preparado, despojado y asegurado con metros de cuerda, dejado colgado con su polla sin cortar colgando. Mickey pierde poco tiempo en conseguir lo que quiere, afirmando su autoridad con un poco de cera caliente sobre la espalda y las nalgas de los chicos y masturbándose con él. Ordeñar su polla debajo de él no es suficiente para el chico malo Mickey, aunque quiere chupar esa polla hasta que Ross le expulse el semen.