Los gays jóvenes pasan de su dirección. Este médico gay tiene fama de ser un gran pervertido. Amante de los jóvenes dóciles, los recibe en su consulta, lejos de miradas indiscretas, para hacerles vivir experiencias sulfurosas. Un joven de 21 años, sumiso por naturaleza y curioso, llega a su consulta. Pronto se encuentra con las piernas abiertas, ofrecidas al médico vicioso que las manipulará antes de concentrarse en su polla. Palpar, controlar: el joven descubre un mundo nuevo y coquetea con los extremos en este plan extraño y vicioso. El doctor ha encontrado un nuevo y obediente cliente y ahora puede seguir explorando sus experimentos...