Steven Prior se encuentra de nuevo en el molino y a manos de la única e inigualable Kenzie Madison. Suspendido del techo por un arnés de cuerda, Steven está indefenso y no puede hacer nada más que ver cómo Kenzie lo cubre de pinzas bulldog. Mientras Steven se balancea en el aire, Kenzie le arranca cada pinza antes de llevarlo al clímax y dejarlo colgando.