Su compañero soldado nunca ha ocultado que es un gay dom y esta noche no puede resistirse más a él y acaba lamiéndole las botas, chupándosela y dándole por el culo. El soldado tiene una polla perfecta y sabrosa, vigorosa en el culo y lo va a hacer gemir sin parar.
Noche dura para estos dos dominadores que han invitado a dos sumisos perfectamente obedientes. Los fondos están listos para adorar la polla y los pies. El primer jefe entrena bien a su sumiso poniéndolo bajo el vaivén de sus grandes suelas y luego de su polla y el otro pone a prueba las capacidades de garganta profunda de su nuevo recluta. Los chicos se dejarán follar hasta el amanecer.
En este castillo todo el mundo está abrumado por la perversidad. Un joven es poseído por oleadas de obediencia y se toca a sí mismo mientras que un soldado es dominado por un andrógino. ¡Se trata de correrse y no hay límite! El joven sumiso se pierde en la embriaguez del placer mientras juega con un cigarrillo y se estimula el culo. En el piso de abajo, una hermosa soldado es entrenada por la deliciosa polla de un andrógino muy top.
The gay submissive waits on the floor for his masters to come and play with him. 2 very handsome officers arrive and unwrap their big cocks that are just waiting to be worshipped. The submissive sucks the cocks and watches the two officers having fun with each other. After having warmed up between men, the officers fuck the holes of the submissive. As a final, a beautiful torrent of cum.
This long-haired gay man has a mysterious power, a strong magnetism that makes boys want to bend to his every wish. A stud finds himself bewitched and obeys him. He gets his beautiful cock sucked before being totally at the service of the long-haired guy who will fuck him very deep and mark him with his thick cum in a dungeon with sling.
Estos chicos gay se han entregado a los dominadores para ser entrenados como cachorros sumisos. Con una correa, a cuatro patas, se preparan para ser follados por muchos hombres. Como viven con correa, están cachondos todo el tiempo y en cuanto ven a un dom empiezan a lamerle las botas o a chuparle la polla mientras arquean el culo para pedir sexo anal. Buenos chicos que adoran su nuevo lugar.