A Enzo le encanta merodear por los sex-clubs, buscando chupar pollas en el agujero de la gloria. Se coloca delante de un agujero, esperando una polla carnosa... En lugar de eso, se encuentra cara a cara con una zapatilla de deporte. La limpia con la lengua. Poco después, una polla sale del agujero opuesto. Rodea la polla con los labios y se pone manos a la obra. El codicioso Enzo acaba sirviendo a los dos tios...¡ Compruebalo !