Mickey Taylor ha decidido probar un sensual experimento. Entregarse a una dominatrix en una mazmorra, dejar su cuerpo en oferta y descubrir nuevas sensaciones duras. La domi le desnuda y le ata con cadenas. Mickey se siente totalmente a su disposición y eso le produce una erección. Le encanta sentir que su cuerpo se convierte en el juguete del amo y que su propio placer ya no está en sus manos. El dominador empieza a tocarlo y Mickey no puede evitar chillar de placer porque le encanta sentirse así.