Después de divertirse y jugar en el cobertizo, los tres chicos vuelven al interior para no ser ados por nadie.
Jugueteando y haciéndole cosquillas al cachorro Blade, tanto Rhoan como Geel se excitan y sienten la tensión en sus pollas palpitantes.
Es hora de dejar atrás esta locura y mostrarle a Blade como juegan los chicos grandes.