Kai no puede evitarlo: lo que más le excita es ser corregido por hombres dominantes y viciosos. Acude a casa del amo Sebastian para que le enrojezca el culo. Kai dice que ha sido muy travieso y que necesita una lección. Sus pequeñas nalgas blancas están a punto de enrojecerse: ¡el Amo Sebastián va a tener las manos llenas! Una vez puesto en su sitio, le espera una caliente sesión de borde.