Cariño, ven a la cama, tengo algo para ti. Anubis y Hades en realidad sólo querían abrazarse un poco. Hasta que Hades descubre la gran erección en los calzoncillos de Anubis y le presenta su culo hambriento. Anubis se lo folla como un martillo neumático por toda la cama y le hace gemir más fuerte con cada embestida de su gran polla. Después de esta dura cabalgada a lo perrito, Hades recibe un buen chorro de semen en la espalda y ambos pueden finalmente abrazarse, exhaustos y sudorosos.