El payaso y Billy

Atado a la silla, el rubio musculoso Billy Rock no tiene ni idea de dónde está, ni de lo que se quiere de él. El maestro enmascarado que camina a su alrededor, tirando de sus pezones y rascando sus suaves y musculosos abdominales y su pecho, está totalmente al mando y se complace en ello. Frotando y tirando de la carne de sus víctimas, el payaso, con un sexy pecho recortado y con barba de caballo, se toma su tiempo antes de arrancar la sucia funda de almohada que cubre la cabeza de Billy con una mano mientras la otra se abre camino hacia el sur, entre sus piernas. Sacando la polla de Billy, ahora rígida, comienza a trabajar en lo que el payaso quiere, y no lo dejará ir hasta que el semen fluya del joven. Lubricando el eje del material, el payaso se acerca a la polla y las bolas, tomando en el olor del sudor y el miedo, la mezcla precisa que se excita. Bombeando cada vez más fuerte, el payaso consigue lo que buscaba y le devuelve el jugo a Billy antes de dejarlo como una víctima cubierta de semen, ¡todavía atado a la silla!