Cameron tiene una carga de semen en los huevos que el amo Sebastián está decidido a conseguir. El chico ya está atado en una jaula de metal, con los ojos vendados y sin poder resistirse cuando el amo llega para cortarle la ropa. Con las manos y los pies atados al metal, se le chupa la polla desnuda, que pronto será atada también mientras el amo crea un arnés de cuerda. Masturbado y chupado, llevado al límite, la polla de Cameron escupe crema caliente, dándole al amo una muestra de jugo de bolas de jovencito.