Un pervertido heterosexual se ha apoderado de David Valentín, el joven sumiso que siempre está dispuesto a someterse a las exigencias de los amos más experimentados. Empezamos con una sesión de meadas del jefe, que muestra a su nueva guarra quién manda. Una vez bien regado, el pasivo va a dar su culo para una primera dilatación con un pepino. Ancha y gruesa, esta hortaliza se va a convertir en la mejor amiga de nuestra guarra que ha comprendido que hay que comer al menos 5 al día para conseguir una tez de mujer joven. No hay piedad para la guarra que, entre limpieza de botas y lamido de pies, se deja follar por el gran tubo del amo antes de intentar la doble penetración con el pepino. Una buena sesión de dominación que termina con una eyaculación en el fondo del agujero del cabrón que, sediento de zumo, ¡recupera el condón usado para rociarse con él! ¡No hay nada como una buena dosis de vitaminas antes de irse a la cama!
