Atado y desnudo, el joven latino Felipe Capuco ha sido capturado por El Payaso y se enfrenta al mismo destino que los jóvenes tonificados que le han precedido. El ambiente oscuro y sucio desconcierta al joven, pero pronto se da cuenta de lo que se quiere de él antes de dejarlo libre. Mientras el musculoso payaso le desgarra la ropa y le araña la entrepierna, Felipe no tiene más remedio que dejarse crecer, hacer que la spermae bombee a su impresionante y gruesa polla, la mirada del enmascarado le demuestra que eso es lo que quiere, y mientras acerca su cara a su apretado cuerpo y a su polla, se excita con el mismo aroma del miedo y el sexo, y necesita ver al chico disparar una gruesa y pesada carga antes de que su apetito quede satisfecho, al menos por ahora...
El joven maestro jovencito colgado Felipe Capuco, de piel verde oliva oscura y cabello despeinado, espera a que llegue su subgullo subido y alto y lubricado su camisa de goma negra y roja. Obligando a su maestro, Dante Lucas hace esto, y trabaja con sus manos mojadas hasta la polla temblorosa de Felipe. Lamiendo sus labios mientras se arrodilla ante él y sorbe el grueso eje que sabe que pronto tocará dentro de él, Dante lo trabaja con gusto, su propio cuerpo liso enmarcado perfectamente en una camiseta de goma. Estos dos muchachos se vuelven resbaladizos con lubricante, sus brillantes trajes de goma se suman a la naturaleza sórdida del lado dominante de Felipe, ya que realmente es el dueño de este chico inferior después de rociar su trasero y su equipo de goma con una gran carga pesada.