Mantener un esclavo en casa es una gran responsabilidad y mucho trabajo. Hay que disciplinarlo constantemente y mantenerlo ocupado. En cualquier caso, debes encadenarlo para limitar su movilidad. Unos cuantos latigazos de vez en cuando serán necesarios para que haga lo que debe. Su lugar está en el suelo y con los deportes acuáticos se le dejará claro este lugar. Por supuesto, su polla de esclavo tiene que ser mantenida en castidad y sólo puede ser liberada brevemente bajo observación en caso de un comportamiento particularmente bueno. Y naturalmente tiene que proporcionar sus agujeros obedientemente a su amo.