Es un mito que no se debe subir a un coche con desconocidos. Sobre todo si te invitan muy bien con una bolsa en la cabeza. Nadie puede oírte en una pequeña calle lateral cuando el daddy dominante masculino te utiliza como una esclava sexual. Eres sólo un objeto, él toma lo que quiere. Tus lloriqueos cuando te folla poderosamente sólo le pondrán más cachondo y le darán su satisfacción. No pienses que se ha acabado. Porque fuiste una perra dispuesta, serás tomada. Ciertamente hay otros que quieren usarte.