Este joven de 31 años se ha vuelto adicto a los extremos duros y se lanza a la escena fetiche con una emoción desbordante. No sale sin su traje de goma, moldeando perfectamente sus formas. Encontró un Maestro para planes regulares, un tipo lleno de imaginación y vicio. El tipo lo cuelga al aire libre y toma el control total de todo su cuerpo. Después de un buen trabajo de la polla, el culo es penetrado profundamente.