Joel quiere poner su cuerpo a tono pero su entrenador personal utiliza métodos no muy convencionales para conseguir su objetivo. Para el entrenador Thomas sus clientes deben obedecerle en todo y adorarle sin límites si desean resultados. Joel deberá besar sus sucias zapatillas deportivas, lamer su rabo como si fuese el de un dios, y ser follado a tope. ¿Conseguirá ser un buen deportista?
Tras su anterior aventura hemos llevado al esclavo Joel a casa de Alec para que haga con él lo que quiera. Primero una caliente sesión de spank y bondage para seguir con una ducha en la que el Amo obliga al sumiso a enjabonarle y comerle el rabo a tope.
El Amo Yah Jil necesita un sumiso que obedezca todas sus órdenes y le haga un buen masaje de pies, por ello le hemos encontrado a Baby Joel, un perfecto reposapiés que además está encantado de que usen todos sus agujeros para dar placer.