Quién iba a decir que acabaría así. Pup Geel estaba emocionado por salir a dar su paseo diario, sin saber lo que le esperaba.
Llevando a su sumiso amigo a la curva, Pup Rhoan tuvo que hacer lo que tenia que hacer. Despojandolo de su ropa a plena luz del dia, Rhoan vio la dura polla enjaulada de Geels.
Sin contenerse, relleno y utilizo su codicioso agujerito, solo para dejarlo solo, para los proximos cabrones que pasaran por alli.
Geel no tuvo que esperar mucho antes de que Mino y Taurus se cruzaran en su camino. Los miró con sus ojos hambrientos, pidiendo más.