Cuando dos machos cabreados deciden desahogarse y echar un polvo, ¡no va a ser un camino de rosas! El domi arrastra a su amigo al sótano y lo empuja. Lo tumba y le dice que se abra de piernas. Saca el producto y entra con sus poderosas manos en su culo. La ampliación está en marcha y muy rápidamente la dilatación es operativa. Con un coño tan abierto, la polla va a cremar y va a poder follar sin límite. Un buen trabajo de culo, de libro.